Apenas dos semanas después de que la tormenta Óscar causase al menos seis muertos en Cuba, la isla recibe el azote de la naturaleza de nuevo. Esta vez la fuerza del huracán Rafael es la que se encarga de levantar techos, tirar a viandantes y dejar las calles anegadas de agua. Los vientos de más de 150 kilómetros por hora han tirado árboles, dejado casas sin protección y han impedido la circulación de muchas motos y bicis así como la desconexión del sistema energético nacional que dejó sin servicio eléctrico a toda la isla.
Todos los tornados que han pasado por Cuba (un total de 17) han alcanzado la categoría de tormenta tropical y Rafael por el momento lleva categoría tres. Miles de personas fueron evacuadas de las zonas de mayor riesgo, al tiempo que se ordenó la suspensión de clases, las actividades laborales y el servicio de transporte.
