El restaurante más antiguo del mundo, Sobrino de Botín (Madrid), se enfrenta al desafío de otra taberna española que asegura ser aún más antigua... ¡Que empiece la guerra de tabernas!
Dos hogares, ambos iguales en dignidad, en la bella España, donde situamos nuestra escena... Una apertura de Shakespeare bastarda que se adapta a la actual "rivalidad" entre dos tabernas familiares, que afirman ser los establecimientos más antiguos del mundo.
El madrileño Sobrino de Botín ostenta el récord Guinness de restaurante más antiguo del mundo. Fundado en 1725 y situado a tiro de piedra de la famosa Plaza Mayor, es famoso por su horno de leña y ha atraído a clientes como Truman Capote, F. Scott Fitzgerald y fue inmortalizado por Ernest Hemingway en su libro 'Fiesta', en el que el autor describía Botín como "uno de los mejores restaurantes del mundo". Fue galardonado con el premio Guinness en 1987 y celebró sus 300 años de servicio ininterrumpido a principios de este año.
Pero a Botín le ha salido otro contendiente: Casa Pedro, en las afueras de Madrid. Esta rústica taberna se atreve a afirmar que puede aspirar al título. El establecimiento ha acogido al Rey Juan Carlos I y al actual monarca Felipe VI, y sus propietarios afirman que soportó la Guerra de Sucesión a principios del siglo XVIII, lo que hace a Casa Pedro más antigua que Botín.
"Es realmente frustrante cuando dices: 'Sí, llevamos aquí desde 1702', pero... no puedes demostrarlo", dice la gerente y propietaria de octava generación, Irene Guiñales. "Si miras el logotipo del restaurante, pone 'Casa Pedro, desde 1702', así que dijimos: 'Joder, vamos a intentar demostrarlo'".
La familia de Guiñales ha contratado a un historiador y hasta ahora ha encontrado documentos que datan la actividad del restaurante al menos desde 1750. Sigue buscando registros que demuestren que Casa Pedro data de 1702.
¿Cómo puede uno u otro restaurante reclamar el título?
Guinness sólo facilita sus directrices específicas a los solicitantes, según su portavoz, Kylie Galloway, que señala que implica "pruebas y documentación sustanciales del funcionamiento del restaurante a lo largo de los años".
Antonio González, propietario de Botín en tercera generación, afirma que Guinness exigió a Botín que demostrara que ha funcionado ininterrumpidamente en el mismo local y con el mismo nombre. La única vez que el restaurante cerró fue durante la pandemia, al igual que Casa Pedro.
Este criterio significaría que restaurantes aún más antiguos, como Le Procope de París, que dice haber sido fundado en 1686, no pueden optar a la designación Guinness. Por si fuera poco, una 'trattoria' italiana situada en el centro histórico de Roma podría arrebatarle el puesto tanto a Sobrino de Botín como a Casa Pedro.
Situada en Vicolo della Campana, La Campana reivindica "el sabor de la auténtica cocina romana con un toque de historia" y más de 500 años de funcionamiento, citando documentos en su carta y una historia autopublicada. Sus propietarios han dicho que han recopilado la documentación necesaria y piensan presentarla a Guinness.
La batalla de los hogares sabrosos continúa... Esperemos que la sangre del chef no ensucie sus manos.