En plena campaña Black Friday, los conductores de autobús en toda España han iniciado una huelga general para pedir la jubilación anticipada. Mientras tanto, Italia se prepara para una gran huelga nacional el viernes.
Este jueves 28 de noviembre, los conductores de autobuses urbanos, interurbanos y estatales han iniciado una huelga general de transporte en toda España, secundada por los sindicatos CCOO y CGT, para reivindicar la jubilación anticipada en el sector.
Es la segunda jornada de huelga de un total de siete días convocados y está previsto que se extenderá también al viernes 29 de noviembre. Aunque la huelga afecta a todo el país, los servicios mínimos estatales se han fijado en el 50%.
Durante la jornada también se verán afectadas las rutas escolares en algunas comunidades, así como los viajes a larga distancia. La compañía de autobuses Alsa, así como otras empresas de transporte afectadas, ofrecerán a sus clientes la posibilidad de cambiar su billete de forma gratuita.
A nivel regional, las comunidades autónomas también han fijado sus propios servicios mínimos. En Cataluña, por ejemplo, el servicio mínimo será del 40% en horas punta y del 20% en el resto, mientras que en Madrid se ha fijado en un 80% los servicios mínimos interurbanos en horas punta, y en un 45% en valle.
Si los sindicatos y la patronal no llegan a un acuerdo antes del 23 de diciembre, la huelga será indefinida. De momento, también se han convocado jornadas de huelga para los días 5 y 9 de diciembre. El pasado 11 de noviembre, los sindicatos habían convocado otra jornada de huelga, que se suspendió como consecuencia de la DANA.
Huelga nacional en Italia en todos los sectores
Los conductores españoles no son los únicos que están reclamando mejores condiciones de trabajo. En Italia, los sindicatos han convocado una huelga nacional que involucra a todos los sectores y empleados, públicos y privados, para el viernes 29 de noviembre, con el objetivo de presionar a los políticos responsables, que estos días están debatiendo el presupuesto en el Parlamento.
En el ámbito del transporte, la huelga en Italia afectará a todos los sectores, excepto a los trenes. La huelga general se mantiene durante ocho horas o durante todo el turno para los trabajadores privados (incluidos los metalúrgicos, la construcción, la agricultura, los farmacéuticos) y para los empleados públicos.
Sin embargo, cambia para el transporte de pasajeros, donde, a raíz de la ordenanza firmada por el ministro de Infraestructuras, Matteo Salvini, se reduce a cuatro horas para el transporte público local, el transporte aéreo y el transporte marítimo. Los sindicatos han atacado a Salvini tras su decisión, afirmando que está negándoles el derecho de huelga.