La Oficina Europea de Patentes distingue a 10 visionarios de 30 años o menos con el Premio Jóvenes Inventores 2025, celebrado en Reikiavik, destacando la tecnología para sectores como la aviación, la salud y la alimentación.
Cuando la Oficina Europea de Patentes (OEP) acoja el Premio Jóvenes Inventores 2025 en Reikiavik el 18 de junio, marcará un hito, no solo para los diez científicos galardonados, sino para el propio premio. Por primera vez desde su creación como parte del Premio al Inventor Europeo en 2022, el galardón se presenta como un evento independiente, ofreciendo una plataforma global a algunas de las mentes jóvenes más brillantes que están utilizando la innovación para transformar nuestro mundo.
La ceremonia, que se celebrará el 18 de junio y se retransmitirá en directo en todo el mundo, atraerá la atención internacional hacia diez personas y equipos extraordinarios, todos ellos menores de 30 años, cuyo trabajo se ajusta a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Seleccionados entre más de 450 candidaturas por un jurado independiente, estos jóvenes innovadores, apodados "Tomorrow Shapers" (Forjadores del mañana), están utilizando la ciencia y la tecnología para responder a algunos de los retos más acuciantes del planeta, desde la resiliencia climática y las economías circulares hasta la equidad sanitaria y la seguridad alimentaria.
Sigue el evento en directo el 18 de junio y conoce a la próxima generación de inventores en el reproductor de arriba.
Reconocimiento a los jóvenes innovadores que trabajan para construir un mundo mejor
En el acto de Reikiavik se presentarán los diez "Forjadores del mañana", pero también se darán a conocer los ganadores de tres premios especiales. El premio "Constructores del mundo" reconocerá a los impulsores de la sostenibilidad y la accesibilidad de los recursos; "Sanadores de la comunidad" homenajeará las innovaciones que garantizan la igualdad y el a lo esencial de la vida; y "Guardianes de la naturaleza" destacará a quienes protegen los ecosistemas y la biodiversidad. Un finalista adicional será coronado ganador del Premio del público, elegido por votación popular en línea. Todos los finalistas recibirán 5.000 euros, mientras que los ganadores de los premios especiales se llevarán a casa 15.000 euros adicionales. El Premio del público también está dotado con 5.000 euros.
El Presidente de la OEP, António Campinos, describió los premios como una celebración de las posibilidades. "Los jóvenes inventores son los artífices de un mañana más brillante, al aportar nuevas perspectivas y soluciones audaces a los retos más difíciles del mundo", declaró. "Al celebrar sus logros, no solo honramos su ingenio, sino que también subrayamos el poder transformador de las tecnologías y la ciencia para dar forma a un futuro sostenible e inspirar a las generaciones venideras".
Encontrar soluciones científicas a los retos mundiales
Las innovaciones premiadas son tan diversas como ingeniosas. En Uganda, Sandra Namboozo y Samuel Muyita han desarrollado una bolsita biodegradable que retrasa la maduración de la fruta, lo que ayuda a reducir el desperdicio de alimentos y a prolongar la vida útil de los productos, una ayuda vital para los pequeños agricultores. Mientras tanto, en Austria, Franziska Kerber está abordando la crisis mundial de residuos electrónicos con su diseño de componentes electrónicos de papel que se disuelven fácilmente, lo que facilita la extracción de metales valiosos de dispositivos desechados como rúteres WiFi.
Desde Filipinas, el ingeniero aeronáutico Mark Kennedy Bantugon ha creado un sellador sostenible para aeronaves derivado de la resina desechada del árbol Pili, que ofrece una alternativa más limpia y menos tóxica a los selladores petroquímicos habituales. En Francia y Estados Unidos, la química Marie Perrin se replantea el reciclaje de tierras raras al desarrollar un método más seguro para extraer el europio de las viejas lámparas fluorescentes, un recurso fundamental para la iluminación y la electrónica.
Y desde Eslovenia, Teja Potočnik está abriendo un camino más eficiente para el futuro de la electrónica. Su plataforma automatizada apoya la fabricación de dispositivos semiconductores basados en nanomateriales, un paso crucial para hacer posible la próxima generación de microchips.
Exploración de nuevas fronteras en diseño inteligente y tecnología limpia
La biotecnología es otro ámbito destacado este año. Los investigadores lituanos Laurynas Karpus, Vykintas Jauniškis e Irmantas Rokaitis han aprovechado la inteligencia artificial para crear una plataforma que diseña enzimas personalizadas, lo que podría transformar desde la fabricación farmacéutica hasta los bioprocesos industriales.
La seguridad alimentaria también figura en el orden del día, gracias a los inventores españoles Pilar Granado, Pablo Sosa Domínguez y Luis Chimeno. Sus etiquetas alimentarias inteligentes y biodegradables cambian de color en función de la frescura, lo que permite a consumidores y minoristas reducir el desperdicio de alimentos y evitar enfermedades relacionadas con alimentos en mal estado.
En el sector marítimo, la ingeniera suecocanadiense Alisha Fredriksson y el ingeniero chino Roujia Wen han abordado uno de los mayores problemas del transporte marítimo: las emisiones. Su sistema modular de captura de carbono enlaza el CO₂ de los gases de escape de los barcos con un absorbente a base de cal para formar gránulos sólidos de piedra caliza, una solución innovadora que podría reducir significativamente las emisiones marítimas sin necesidad de sustituir toda la flota.
En Estados Unidos, las hermanas gemelas Neeka y Leila Mashouf han desarrollado un método para convertir los residuos de CO₂ en pulpa de celulosa, un material que puede utilizarse en textiles y envases sostenibles. Su proceso promete reducir las emisiones de carbono y producir materiales biodegradables para satisfacer la creciente demanda industrial.
La contaminación atmosférica ha encontrado una digna rival en la empresaria colombiana Mariana Pérez, quien ha diseñado un sistema de captura directa de aire capaz de extraer CO₂, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre de la atmósfera. Su diseño también permite convertir los contaminantes capturados en materiales biodegradables, transformando la contaminación atmosférica en algo productivo.
Cuando uno piensa en centros neurálgicos de la innovación mundial, puede que le vengan a la mente Silicon Valley o Shenzhen —pero el 18 de junio, todas las miradas estarán puestas en Reikiavik y en las diez mentes jóvenes pioneras.