El Papa Francisco ha pasado las últimas horas con su enfermero de confianza, Massimiliano Strappetti, a su lado. La llamada telefónica a Gaza el sábado, la multitud pascual, el descanso vespertino. Luego, al amanecer, la enfermedad y el coma.
"Gracias por devolverme a la plaza". Las últimas palabras pronunciadas por el Papa Francisco antes de morir fueron como su pontificado: sencillas, humanas, directas. El Pontífice se dirigía a su enfermero personal, Massimiliano Strappetti, un hombre largamente cercano a Bergoglio. "Le salvó la vida al sugerirle la operación de colon y el Pontífice lo nombró, en 2022, su asistente personal para la salud", informa 'Vatican News'.
El Papa, a su enfermero: "¿Crees que podré hacerlo?"
El órgano oficial de noticias de la Santa Sede añadió que Strappetti permaneció "a su lado durante los 38 días de su hospitalización en el policlínico Gemelli y las 24 horas del día durante su convalecencia en la Casa Santa Marta". El enfermero también estuvo con él el Domingo de Pascua y fue quien lo acompañó en una visita sorpresa a la Basílica de San Pedro, cuando el Papa quiso comprobar el estado de algunas restauraciones.
Precisamente a Strappetti se había dirigido Bergoglio antes de subir al papamóvil para el último encuentro con la multitud del domingo: "¿Crees que podré hacerlo?", había preguntado antes de recibir las garantías de su asistente de confianza. Un "OK" que permitió a Francisco dar otro abrazo a la gente, a pesar de su gran cansancio y de las largas semanas de convalecencia. Un momento conmovedor para Francisco, que quiso agradecérselo a su enfermero.
Domingo por la tarde: descanso, cena y, al amanecer, la enfermedad
La cercanía a los fieles y, más en general, a la humanidad ha representado, por otra parte, una de las principales características de su pontificado. Lo confirma, entre otros muchos gestos, la solidaridad mostrada a la población de la Franja de Gaza. La última llamada telefónica se remonta al sábado a las 19:00 cuando, incluso en la martirizada región palestina, la población se preparaba para la Pascua. Una vez más, Bergoglio expresó su cercanía y su oración por la paz en Gaza.
El domingo por la tarde, Francisco descansó. Después cenó y se fue a dormir. Los primeros síntomas de la enfermedad que se apoderó de él el lunes de Pascua llegaron antes del amanecer, a las 5:30. Las personas que velaban por el pontífice intervinieron de inmediato.
Saludo con la mano al enfermero antes de entrar en coma
Una hora después, Bergoglio volvió a dirigirse a Strappetti con un gesto de saludo con la mano mientras yacía en la cama de su residencia en la Casa Santa Marta. Momentos después, el Papa entró en coma.
"No sufrió, todo sucedió rápidamente", dicen quienes estuvieron a su lado en esos últimos momentos. Fue una muerte discreta, casi repentina, sin largas esperas ni demasiado clamor para un Papa que siempre ha mantenido en secreto sus condiciones de salud", concluye 'Vatican News'.