Cinco meses después del triunfo de la extrema derecha en las urnas, ÖVP, SPÖ y Neos se alían para formar un Ejecutivo centrista que deja fuera a los ultras de Herbert Kickl. Christian Stocker suena como canciller, mientras el país respira aliviado tras un atasco político.
Las tres formaciones anunciaron este jueves que han alcanzado un acuerdo para formar un nuevo Gobierno centrista en Austria, cinco meses después de la victoria electoral del partido de extrema derecha FPÖ, que más tarde fracasó en su intento de formar ejecutivo.
En un comunicado conjunto, el conservador Partido Popular Austriaco (ÖVP), los socialdemócratas de centro-izquierda (SPÖ) y los liberales de Neos afirmaron haber pactado un programa de coalición. Nunca antes, desde la Segunda Guerra Mundial, había tardado tanto la formación de un Gobierno en el país.
Se espera que el líder del ÖVP, Christian Stocker, se convierta en el nuevo canciller federal. Las tres formaciones tienen previsto presentar su programa a lo largo de este jueves.
Segundo intento de formar una coalición
Este ha sido el segundo intento de estas tres fuerzas consolidadas por formar un Gobierno sin incluir al FPÖ, un partido de derechas, antiinmigración y euroescéptico que, por primera vez, se alzó como la fuerza más votada en las elecciones del 29 de septiembre, con un 28,8% de los votos.
El primer intento de coalición entre estas formaciones se vino abajo a principios de enero, lo que llevó a la dimisión del entonces canciller conservador, Karl Nehammer. Esto obligó al presidente austriaco a encargar al líder del FPÖ, Herbert Kickl, la formación de Gobierno.
Sin embargo, el intento de Kickl de aliarse con el ÖVP, que quedó en segundo lugar en los comicios, se estrelló el 12 de febrero entre acusaciones mutuas. Desde las elecciones, el Gobierno saliente, una coalición entre el ÖVP y los Verdes, liderada ahora de forma interina por Alexander Schallenberg, ha permanecido en funciones.