Dresde conmemoró el jueves con varios actos a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial y la destrucción de la ciudad hace ocho décadas.
PUBLICIDADDresde conmemoró el 80 aniversario del bombardeo aliado de la ciudad en la Segunda Guerra Mundial. Este acontecimiento anual tiene un gran significado para los habitantes de Dresde y para los alemanes en general. "Mi abuela tenía diez años por aquel entonces y sacó a su hermana pequeña en una carretilla a través de una tormenta de fuego. Me ha contado muchas cosas sobre aquella época", explica una de las asistentes a los actos. "En realidad somos de Berlín, pero venimos todos los años y nos parece muy, muy bien que haya tanta gente aquí. Y no debemos olvidar lo que ocurrió aquí", dijo una mujer que viajó desde la capital alemana para asistir al acto.
El 13 de febrero de 1945, las fuerzas aliadas bombardearon Dresde durante tres días, matando a 25.000 personas y provocando incendios que arrasaron el centro de la ciudad. El duque de Kent, el príncipe Eduardo, asistió en representación del Rey Carlos. Eduardo participó en una cadena humana alrededor del casco antiguo, mientras cientos de personas se cogían de la mano para formar un anillo protector en recuerdo de los fallecidos. Eduardo, primo de 89 años de la difunta reina Isabel II y el miembro en activo de más edad de la familia real, viajó el jueves a Alemania para participar en los actos programados.
Describió el "dolor que sentimos en nuestros corazones" por la "terrible destrucción y pérdida de vidas" durante el acto conmemorativo oficial en el Ayuntamiento de Dresde. Eduardo habló de su deseo y compromiso de curar las heridas de guerra y saludó la reconciliación del Reino Unido con el pueblo de Dresde en los últimos años. Durante su estancia en la ciudad, el príncipe Eduardo visitó también la Frauenkirche de Dresde, reconstruida e inaugurada en 2005 tras haber sido destruida durante la campaña de bombardeos. La reconstrucción de la emblemática iglesia barroca comenzó en 1993, bajo la dirección del Dresden Trust, del que Eduardo es mecenas real.
La iglesia quedó en ruinas como monumento conmemorativo del conflicto durante más de medio siglo, lo que, para algunos, representaba un símbolo de la agresión de las fuerzas aliadas.