La entrega de la última base militar sa en Chad y el Sahel supone una pérdida de influencia para París y los intereses europeos en la región.
Francia entrega su última base militar en Chad. El 30 de enero, París pasó página a sus 60 años de presencia en el país. Y lo que es más importante, ha perdido su último punto de anclaje en el Sahel. Este traspaso se produce tras la decisión del presidente chadiano, Mahamat Idriss Déby, el pasado noviembre, de poner fin a los acuerdos de cooperación en materia de Defensa con la antigua potencia colonial. Cerca de mil soldados estaban estacionados en el campamento de Kossei, en la capital, Yamena.
Esta decisión se inscribe en una tendencia observada desde 2022. El Ejército francés se ha retirado de Mali, Burkina Faso y Níger, y esta retirada podría continuar en los próximos meses. En las últimas semanas, Senegal y Costa de Marfil han anunciado su intención de retirar las fuerzas sas presentes en su territorio.
Francia pierde pie en la región del Sahel
Estas decisiones marcan una pérdida de influencia de Francia en África Occidental y un giro hacia la antigua potencia colonial.
"Los países de la región buscan establecer nuevos vínculos, forjar nuevas alianzas y trazar su propio rumbo. Estos países quieren garantizar su propia soberanía y poder hacer sus propias elecciones, tomar sus propias decisiones y trazar un nuevo rumbo", explica el periodista de Euronews Jerry Fisayo Bambi.
Mientras que las juntas militares de Mali, Burkina Faso y Níger, que llegaron al poder tras un golpe de Estado, buscaban la ruptura con Francia, Chad parece no querer cortar todos los lazos, y Yamena habla de una opción de soberanía. El tono de Senegal y Costa de Marfilhacia París parece idéntico.
Esto "envía una fuerte señal de que ya no quieren la presencia de tropas sas. Hemos visto después que la embajada sa en Mali permanece. Sigue habiendo cooperación con Francia, así que eso no significa que se corten todos los lazos", afirma Nina Wilén, directora del programa de África en el Instituto Egmont.
Pista libre para Rusia y China
La retirada de Chad es un golpe para las autoridades sas, pero también simboliza una pérdida de influencia para la Unión Europea.
"Creo que muchos líderes de la Unión Europea se han escondido detrás de Francia (...) durante los últimos diez años. Francia ha liderado la mayor operación contra el terrorismo en el Sahel y eso ha ayudado a muchos países europeos que no querían invertir, poniendo ellos mismos tropas sobre el terreno", afirma Nina Wilén.
Pero para la investigadora, la culpa es compartida. "Por un lado, Francia se equivocó en el trato con los distintos países y sus dirigentes, y sobre todo en su actitud hacia ellos. Pero también hay una falta de voluntad europea de invertir en estos países".
El reto para Francia y la UE es mantener su influencia, porque la marcha de las fuerzas sas abre el camino a otros actores internacionales. Todas las miradas están puestas en Rusia. Se dice que el grupo paramilitar ruso Wagner, rebautizado Africa Corps tras la muerte de su líder, cuenta con 5.000 agentes en el continente africano.