La reunión, que tendrá lugar en la ciudad costera de Pafos, se produce en un momento en que la guerra entre Israel y Hamás, que comenzó en Gaza hace un año, se ha extendido ya al Líbano.
En junio, el líder de Hezbolá, Hassan Nasralá, acusó a Chipre de ponerse del lado de Israel prestando apoyo a operaciones militares, amenazando a la isla mediterránea con represalias. Chipre se apresuró a tachar estas acusaciones de "infundadas" y a reafirmar su posición de actor neutral en la región. El Presidente de la República, Nikos Christodoulides, afirmó que el país es ''parte de la solución y no del problema''.
Sin embargo, lo que está en juego ha aumentado desde la muerte de Nasralá en septiembre durante un ataque aéreo israelí en Beirut, y la extensión de la guerra al Líbano.
Como anfitrión de la MED 9 de este año, Chipre pretende unir a los líderes mediterráneos de la UE sobre cómo abordar la escalada del conflicto. "La UE aún no ha mostrado la respuesta que debería", declaró el portavoz del gobierno chipriota Konstantinos Letympiotis, subrayando la necesidad de una postura coordinada de la UE.
Nicosia espera que esta cumbre allane el camino para una acción más enérgica antes de la reunión del Consejo Europeo de la semana próxima, en la que se espera que el bloque de la UE en su conjunto debata un posible alto el fuego.
Aunque el ministro de Defensa chipriota, Vassilis Palmas, cree que el país no corre peligro inmediato, reconoció su preocupación por la duración del conflicto y su posible expansión. "La situación es crítica... Chipre desempeña un papel vital en los esfuerzos humanitarios y en el trabajo por la paz, pero la tensión es palpable".
La cumbre tendrá lugar en la ciudad de Pafos, y se espera que asistan también la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el Rey de Jordania, Abdullah.
Temor a una nueva ola migratoria
Una de las principales preocupaciones de Chipre es la perspectiva de una nueva ola migratoria desde Líbano y Siria. La isla ya se ha visto afectada por una gran afluencia de refugiados, sobre todo sirios que llegan a través de Líbano. En abril, más de 25.000 solicitantes de asilo estaban a la espera de ser tramitados, poniendo a prueba los recursos del país.
A pesar de la financiación de la UE para un nuevo centro de tramitación de inmigrantes, el Presidente Nikos Christodoulides advirtió de que Chipre "ha llegado a su límite" y no puede acoger más llegadas.
La UE ha prometido anteriormente 1.000 millones de euros de ayuda al Líbano para aliviar la crisis migratoria, pero a medida que se agrave el conflicto, esa ayuda puede no ser suficiente para frenar el flujo de refugiados.
¿Una fuerza estabilizadora?
Chipre espera que la celebración de la cumbre MED 9 refuerce su posición como fuerza estabilizadora en la inestable región mediterránea. Cincuenta años después de la invasión turca, el 37% de la isla sigue ocupada, y los funcionarios chipriotas están dispuestos a destacar su experiencia en la gestión de crisis complejas. El Gobierno chipriota ya ha desempeñado un papel importante en la labor humanitaria, evacuando a 2.000 ciudadanos europeos de Oriente Próximo a través del proyecto ESTIA.
'EU Med', también conocida como MED 9, reúne a nueve países mediterráneos de la UE -Croacia, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Malta, Portugal, Eslovenia y España- para coordinarse en cuestiones regionales comunes. Creado de manera informal en 2013, la influencia del grupo dentro de la UE ha crecido, especialmente en asuntos como la migración, la seguridad y el desarrollo económico.