Es una afirmación habitual por parte de los eurodiputados de extrema derecha, a medida que el debate sobre la inmigración se vuelve cada vez más tóxico. Pero, ¿coinciden las cifras con la retórica?
Puede parecer una preocupación perenne, pero el debate sobre la inmigración en la Unión Europea (UE) se ha acalorado considerablemente en los últimos meses. Los políticos de extrema derecha de Francia, Alemania, Hungría y otros países han señalado la llegada de inmigrantes, supuestamente "sin precedentes", como una amenaza para la seguridad y la identidad europeas.
Berlín ha introducido nuevos controles fronterizos, Budapest ha amenazado con enviar autobuses con inmigrantes a Bruselas para mostrar a la UE la aparente urgencia del problema, y el presidente del Gobierno español ha negociado acuerdos con líderes africanos para intentar frenar el flujo de personas.
Los datos oficiales reflejan un descenso general de la inmigración irregular en la UE durante los ocho primeros meses de 2024
Sin embargo, a pesar de la retórica y las diversas medidas defensivas, las cifras oficiales muestran que en los ocho primeros meses de este año la migración no autorizada a la UE disminuyó considerablemente.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU, los cruces irregulares de las fronteras meridionales de la UE (que suelen representar el grueso de este tipo de migración) se redujeron un 35% de enero a agosto.
Unos 115.000 inmigrantes no autorizados, que representan menos del 0,03% de la población de la UE, han llegado a la UE este año a través del Mediterráneo o el Atlántico, frente a los 176.252 del mismo periodo del año pasado. En 2015, en plena crisis migratoria, entraron en la UE más de un millón de personas.
Los propios datos de la UE muestran una tendencia similar. Frontex, la agencia de fronteras del bloque, afirma que los cruces no autorizados desde el sur han disminuido un 39% en total este año en comparación con 2023.
La ruta más utilizada por los inmigrantes es la que va desde el norte de África hasta Italia, a través del Mediterráneo central, y este año la han utilizado un 64% menos de personas que en 2023. Sin embargo, las cifras de las rutas individuales no son las mismas en todos los casos.
Diferentes tendencias en función de las rutas migratorias
La segunda ruta más utilizada es la del Mediterráneo oriental, con los migrantes que llegan a Grecia, cuyo número aumentó un 57% en los ocho primeros meses del año, con redes de contrabando que utilizan lanchas rápidas y otros métodos agresivos para contrarrestar a los guardacostas. Y ello a pesar del supuesto éxito de la UE con la declaración UE-Turquía, firmada en 2016, que supuestamente ha frenado el flujo de migrantes irregulares desde Turquía hacia la UE.
La ruta atlántica desde África cccidental al archipiélago español de Canarias es la tercera más utilizada, y su uso se ha más que duplicado este año. Según la ONU, desde principios de año y hasta finales de agosto habían desembarcado allí más de 25.500 inmigrantes procedentes de países como Malí y Senegal.
Sin embargo, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha anunciado una serie de acuerdos con varios países de África occidental para intentar controlar el flujo de llegadas, aumentar la cooperación y luchar contra el tráfico de seres humanos. Sánchez aseguró que, a pesar de la retórica en Europa, la migración en sí no es un problema; según él, implica ciertos problemas que deben tratarse con humanidad.