La industria automovilística europea ha estado luchando contra la transición a tecnologías con bajas emisiones de carbono, la degradación de las cadenas de suministro, el aumento de la competencia asiática y el descenso de la demanda de modelos eléctricos.
Los eurodiputados han celebrado un debate sobre la crisis que amenaza a la industria automovilística europea, ya que los fabricantes de automóviles de todo el continente se enfrentan al cierre de fábricas provocado por la bajada de las ventas.
En el orden del día figuraba esta cuestión: los vehículos eléctricos y el marco de la UE para la transición a vehículos de emisiones cero, con un objetivo de coste cero del 100% para 2035.
¿Cuál es el límite legal de emisiones de CO2 que pueden emitir los coches?
Como parte de ese plan, el límite legal de emisiones de CO2 de los coches debe reducirse en casi una quinta parte, hasta menos de 94 gramos por kilómetro el año que viene, un plazo que la industria automovilística dice ahora no poder cumplir debido a la caída de las ventas de eléctricos.
Pero Bruselas se mantiene firme en su postura sobre la producción de vehículos eléctricos, alegando que se ha dado a la industria automovilística tiempo suficiente para la transición.
"Planificar una transición justa"
"El objetivo ha dado seguridad a los fabricantes y a los inversores. También ha dado tiempo suficiente para planificar una transición justa", afirmó Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, durante su discurso de apertura en el Parlamento.
Según la Agencia Internacional de la Energía, uno de cada cinco coches vendidos en 2024 será eléctrico. "Europa no puede permitirse quedarse atrás y perder su ventaja competitiva en esta carrera. Noruega puede dejar al descubierto cualquier vulnerabilidad estratégica", añadió Sefcovic.
El discurso de Sefcovic fue recibido con críticas por algunos de los otros partidos presentes, como Jens Gieseke, de los populares europeos, que afirmó que centrarse en los coches eléctricos es "un callejón sin salida". Gieseke afirmó que la UE debería considerar una combinación más amplia de tecnologías.
Presión por parte de China
Mientras tanto, los fabricantes de automóviles europeos siguen sometidos a una intensa presión por parte de China. A pesar de la reciente aprobación de los aranceles de la UE a los vehículos eléctricos fabricados en China, este país sigue teniendo un fuerte arraigo en Europa, reforzado por su capacidad para producir coches eléctricos a un ritmo mucho más barato.
"China nos está superando en todos los sentidos. Los coches eléctricos chinos son mucho más baratos. Y para decirlo sin rodeos, simplemente han tomado la delantera en esta tecnología. Necesitamos que el coche eléctrico vuelva a ser competitivo", dijo Mohammed Chahim, eurodiputado de los Socialistas y Demócratas de los Países Bajos.
"Necesitamos proyectos que lo permitan, por ejemplo, invirtiendo en la industria europea de baterías en empresas conjuntas. Podemos garantizar puestos de trabajo de calidad, apoyar las economías locales y reducir nuestra dependencia del exterior", añadió.
Según un informe solicitado por la UE, las economías de los 27 países de la UE necesitarían un impulso de hasta 800.000 millones de euros para llevar al bloque a una transición energética limpia y prepararse para una competencia efectiva con sus socios comerciales mundiales.