El sector sanitario estatal funciona con servicios mínimos desde hace dos días en Portugal, con dos huelgas separadas pero simultáneas de médicos y enfermeros que reclaman mejores salarios y condiciones de trabajo.
Durante 40 horas este martes y miércoles, la sanidad pública portuguesa funciona con servicios mínimos, similares a los de un domingo o festivo, debido a dos huelgas distintas, de médicos y enfermeros, que han coincidido en el tiempo aunque los respectivos sindicatos garantizan que no fueron concertadas.
"Fue una coincidencia, pero muestra el descontento en el sector", declaró a 'Euronews' Joana Bordalo e Sá, presidenta de la Federación Nacional de Médicos (FNAM). Guadalupe Simões, del Sindicato Portugués de Enfermería (SEP), confirma la falta de coordinación entre ambos sindicatos: "La huelga estaba programada desde mediados de agosto, con vistas a la reunión que estaba prevista con el Gobierno para el 12 de septiembre, que acabó por no producirse".
Los profesionales sanitarios reclaman mejores salarios y condiciones de trabajo, así como una mayor inversión estatal en el Servicio Nacional de Salud (SNS). Por parte de los médicos, también exigen "negociaciones serias" con el Ministerio de Sanidad, dirigido por Ana Paula Martins, que, según ellos, no se están llevando a cabo, y sólo se realizan "negociaciones de escaparate".
Según Joana Bordalo e Sá, esta negociación seria pasa por dos ejes principales, que considera "necesarios para que haya más médicos en el SNS". En primer lugar, "una revisión de las escalas salariales, que permita salarios más justos y la recuperación del poder adquisitivo perdido en los últimos 10 años". Los médicos portugueses, recuerda Joana Bordalo e Sá, "están entre los peor pagados de toda la Unión Europea y por eso tantos se van a trabajar al extranjero".
Según la dirigente sindical, la segunda cuestión principal es "la mejora de las condiciones de trabajo, es decir, el restablecimiento de la semana laboral de 35 horas, en lugar de las 40 actuales, que los médicos son los únicos del sector público que hacen, además de todas las horas extraordinarias".
El sindicato reclama también la reincorporación de los médicos internos en las carreras hospitalarias, ya que esta categoría representa actualmente cerca de un tercio de los 32.000 médicos del SNS, y que disfruten de las vacaciones que perdieron durante el periodo en el que Portugal estuvo sometido a las condiciones impuestas por la troika.
El sindicato culpa a estas condiciones de la actual crisis del sistema de salud, que ha provocado cierres en las salas de Urgencias y Maternidad y ha supuesto que, sólo este año, 40 bebés hayan nacido en ambulancias mientras sus madres eran trasladadas a unidades hospitalarias lejos de casa.
Las mismas reivindicaciones plantean los enfermeros representados por el SEP, que se negó a firmar con el Gobierno un acuerdo suscrito por otros sindicatos representativos del sector. La ministra de Sanidad se congratuló de este acuerdo alcanzado con la plataforma de cinco sindicatos que no incluye al SEP, afirmando que prevé aumentos del 20% de aquí a 2027. "Las enfermeras son la única profesión sanitaria para la que el Gobierno modifica las escalas salariales este año", subrayó la ministra en declaraciones a la agencia de noticias Lusa.
El SEP insiste sobre todo en que se compense el riesgo y la precariedad de la profesión, es decir, que se restablezca la edad de jubilación que tenían antes las enfermeras (57 años de edad y 35 de servicio), en contraste con la situación actual, en la que la edad de jubilación de las enfermeras es la misma que la de otros profesionales (66 años y medio).
Otra cuestión tiene que ver con la regulación de la jornada laboral, que no se cumple. "La jornada laboral de las enfermeras está regulada por ley desde 1992, pero es algo que ninguna institución cumple", afirma Guadalupe Simões. "Hay compañeros que trabajan 12 o 16 horas seguidas y algunos incluso 24 horas", añade. Esto se debe "a la falta de enfermeras". Una escasez agravada por la marcha de profesionales al extranjero, empujados por la falta de condiciones y los bajos salarios en Portugal. "Desde 2015, 15.000 enfermeros se han ido de Portugal", asegura.
La FNAM ha organizado una manifestación en Lisboa para el martes por la tarde, a la que espera que acudan no solo médicos "sino también todos los profesionales y s de la sanidad", en palabras de Joana Bordalo e Sá. El miércoles es el día en que los enfermeros saldrán a la calle.