Los investigadores han descubierto que el 90% de las catástrofes climáticas se deben al exceso o escasez de agua. En todo el mundo, alrededor del 13% de las ciudades están pasando a un clima húmedo más extremo, mientras que el 7% restante está cambiando a un clima seco más extremo.
Un nuevo informe revela que las 100 ciudades más pobladas del mundo están cada vez más expuestas a inundaciones y sequías. El estudio, dirigido por WaterAid con académicos de la Universidad de Bristol y la Universidad de Cardiff, muestra una desecación generalizada en todas las ciudades europeas. Entre ellas se encuentran la capital española, Madrid, que ocupa el segundo lugar entre las 49 ciudades que se están 'secando', y la capital del Reino Unido, Londres, que ocupa el puesto número 44.
Los resultados también indican que casi una de cada cinco ciudades está sufriendo un "latigazo climático", definido como la intensificación de las inundaciones y las sequías. En una proporción similar (el 20%) se ha producido un cambio importante de un extremo a otro, lo que se conoce como "inversión de los riesgos climáticos".
Katerina Michaelides, profesora de Hidrología de las Zonas Áridas de la Universidad de Bristol y coautora del estudio, afirma: "Las conclusiones de nuestro estudio ilustran lo diferente y dramático que es el cambio climático en todo el mundo. No hay una solución única para todos".
Las ciudades europeas experimentan cambios climáticos peligrosos
Según el informe, todas las ciudades europeas analizadas muestran tendencias a la desecación en los últimos 42 años. Londres, París, Berlín, Estocolmo y Estambul podrían sufrir sequías más frecuentes y duraderas. Así, algunas ciudades europeas se enfrentan a "cambios climáticos peligrosos". Barcelona y Madrid están experimentando un cambio especialmente brusco de clima húmedo a seco.
En todo el mundo, alrededor del 13% de las ciudades están pasando a un clima húmedo más extremo, mientras que el 7% restante está cambiando a un clima seco más extremo. "Lugares históricamente húmedos se están volviendo secos, y viceversa. Otras zonas sufren cada vez más inundaciones y sequías extremas", afirma Michaelides. "Un conocimiento más profundo de los riesgos climáticos localizados puede ayudar a una planificación más inteligente y a medida en las grandes ciudades", añade.
Las ciudades europeas sufren escasez de agua
El estudio también compara las vulnerabilidades de las infraestructuras sociales e hídricas de cada ciudad, junto con nuevos datos sobre riesgos climáticos que abarcan 40 años, para determinar cuáles son las más vulnerables a los cambios climáticos extremos y las menos preparadas para afrontarlos.
Las vulnerabilidades examinadas van desde la pobreza hasta los sistemas deficientes de agua y residuos. Las inundaciones urbanas graves pueden dañar las instalaciones de saneamiento y propagar enfermedades como el cólera y la fiebre tifoidea, mientras que la escasez de agua durante las sequías puede dejar a millones de familias sin el esencial a agua potable.
"A medida que cambien la naturaleza y la intensidad de los peligros naturales, su impacto en las comunidades urbanas dependerá, en gran medida, de las vulnerabilidades sociales y en infraestructuras", afirma Sean Fox, catedrático asociado de Desarrollo Global de la Universidad de Bristol, quien también ha participado en la investigación.
"En otras palabras, el riesgo no se refiere solamente a la posibilidad de que se produzca una inundación o una sequía, sino también al grado de preparación de las comunidades para hacer frente a estos peligros". El informe sitúa a ciudades europeas como Barcelona, Berlín y París en una situación de mayor riesgo que las de Norteamérica y Australia, debido al envejecimiento de las infraestructuras de agua y residuos del continente, que puede dejar a las poblaciones urbanas más expuestas al peligro.
El 90% de las catástrofes climáticas se debe al exceso o escasez de agua
Desde las recientes sequías en ciudades como Madrid y Ciudad del Cabo hasta las inundaciones a gran escala en ciudades de Bangladés y Pakistán, WaterAid afirma que el 90% de los desastres climáticos se debe al exceso o escasez de agua. Así, advierte de que las catástrofes relacionadas con el clima, como inundaciones y sequías, se han multiplicado por cuatro en los últimos 50 años.
Esto está ejerciendo una gran presión sobre los sistemas vitales de al agua y saneamiento y dificultando a las comunidades y economías la preparación, recuperación y adaptación al cambio climático. A la luz de los recortes en la ayuda mundial, WaterAid hace un llamamiento al Reino Unido, a los Gobiernos internacionales, a los bancos multilaterales y al sector privado para que trabajen juntos con el fin de desbloquear la inversión y aplicar soluciones para hacer frente al cambio climático y a las crisis del agua.
"Ahora tenemos que pasar de los compromisos a la acción, que los líderes construyan e inviertan en sistemas en todo el mundo que puedan resistir condiciones meteorológicas extremas y mantener el flujo de agua limpia en todo el mundo", afirma Tim Wainwright, director ejecutivo de WaterAid Reino Unido.