Donald Trump está borrando la acción climática dentro de las agencias federales de Estados Unidos y dando luz verde a los grandes contaminadores.
Un mes después de comenzar su segundo mandato como presidente de Estados Unidos, Donald Trump está llevando a su país a una peligrosa situación climática. Además de abandonar el Acuerdo de París, Trump ha puesto en marcha una serie de órdenes ejecutivas con consecuencias que contribuyen al calentamiento del planeta y ponen en peligro la vida.
El veterano mandatario está eliminando la financiación de la ciencia dedicada al clima, borrando información crítica de los sitios web y haciendo retroceder las normas para las empresas petroleras y de gas.
"El regreso de Donald Trump al poder no supone solamente una venganza. Se trata de borrar la acción climática a una velocidad que nunca antes habíamos visto", según We Don't Have Time, una plataforma mediática para la acción climática. "En apenas tres semanas, su istración ha promovido una guerra sin cuartel contra la ciencia, las protecciones medioambientales e incluso los hechos básicos".
Es difícil seguir la pista, pero hay un método establecido en esta especie de delirio político. Muchos de estos movimientos se predijeron en el 'Proyecto 2025', un libro de acciones que también ofrece algunas señales de lo que está por venir.
¿Qué es el Proyecto 2025 y qué dice sobre el cambio climático?
Es una 'lista de deseos' política de 900 páginas para crear una sociedad ultraconservadora, elaborada en 2023 por Heritage Foundation, un influyente laboratorio de ideas relacionado con la política de derechas.
A pesar de distanciarse del Proyecto 2025 en la campaña electoral del año pasado, Trump ya ha actuado sobre muchas de sus propuestas. Un análisis de un gran medio de comunicación norteamericano a finales de enero reveló que más de dos tercios de las 53 órdenes ejecutivas que emitió durante su primera semana al frente del Gobierno respondían a peticiones del documento 'Mandato para el liderazgo' del Proyecto 2025.
La relación simbiótica entre laboratorios de ideas y partidos políticos es especialmente fuerte en el caso de la Heritage Foundation y el Partido Republicano que lidera Donald Trump, escribe para 'The Conversation', Zachary Albert, profesor adjunto de Política en la Universidad Brandeis de Massachusetts.
Esto es preocupante desde el punto de vista del clima. El cambio climático aparece casi de forma neurótica en el Mandato para el Liderazgo, que fue redactado por grupos con historiales relacionados con la negación del calentamiento global. Se menciona explícitamente más de 50 veces, a menudo como una "prioridad radical" de la istración Biden que hay que abandonar.
Si se cumplen todas las políticas energéticas y medioambientales del documento, las emisiones de carbono estadounidenses "aumentarán significativamente" en 2.700 millones de toneladas por encima de la trayectoria actual para 2030, según un informe del año pasado. Es una cantidad devastadora, equivalente a todas las emisiones anuales de la India.
¿Qué recortes climáticos ha hecho Trump hasta ahora?
En su primer día en el cargo como nuevo presidente estadounidense, Trump declaró una emergencia energética nacional, culpando a Biden de un suministro de energía "inadecuado" que, según él, está haciendo subir los precios para los ciudadanos de Estados Unidos.
'Drill, baby, drill' es el nombre de la acción actual, en correspondencia con la demanda del Proyecto 2025 de "detener la guerra contra el petróleo y el gas natural". Trump derogó rápidamente las protecciones establecidas para detener la extracción de combustibles fósiles en Alaska y las aguas costeras.
En medio de los titulares sobre la llamada emergencia energética, y la salida del Acuerdo de París, ha habido otras numerosas órdenes ejecutivas medioambientales. Así, bajo el objetivo declarado de "liberar la energía estadounidense", se han revocado decenas de programas relacionados con el clima. Entre ellos se incluyen proyectos sobre energía limpia, bosques, justicia medioambiental y migración climática. También se ha disuelto el American Climate Corps, un servicio nacional del Gobierno estadounidense creado por Biden.
A las agencias científicas del Gobierno también se les están retirando proyectos sobre el clima. Funcionarios de la istración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés), la agencia federal que proporciona ciencia, servicio y istración del tiempo, el clima, el océano y las costas, habrían recibido una lista de términos que podrían contravenir las órdenes de Trump en las subvenciones y programas que gestionan.
La lista incluye términos como cambio climático, contaminación y recursos naturales. El lenguaje sobre cambio climático también está siendo borrado de las páginas web oficiales. A los empleados del Departamento de Agricultura (USDA), por ejemplo, se les ordenó borrar las páginas web que hablaban de este fenómeno, según un correo electrónico interno al que tuvieron algunos periodistas el mes pasado.
Esto refleja las medidas tomadas durante los primeros días de la nueva istración de Trump para eliminar las menciones al cambio climático en los sitios web del Gobierno federal. Sin embargo, ahora, la represión del cambio climático podría ir aún más lejos si se cumple la visión del Proyecto 2025.
¿Qué otras medidas contra el cambio climático podría tomar Trump?
El Proyecto 2025 quiere ir aún más lejos con la NOAA, a la que su mandato describe como "uno de los principales impulsores de la industria de la alarma sobre el cambio climático". Según el documento, debería desmantelarse en cierto modo, habría que reducir su tamaño, y sus servicios meteorológicos deberían externalizarse.
Entretanto, sus defensores advierten de que el cierre de los datos públicos de la NOAA que sirven de base a las previsiones meteorológicas diarias, las alertas de incendios forestales y el seguimiento de huracanes podría tener consecuencias mortales.
"En un mundo donde los impactos catastróficos del cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes e intensos, no puedo pensar en nada peor que convertir esta potencia científica en una operación esquelética", señaló en un comunicado Juan Declet-Barreto, científico social sénior para la vulnerabilidad climática en la 'Unión de Científicos Conscientes'.
"Si el presidente Trump sigue adelante con la demolición de la NOAA, pondrá en peligro el de la mayoría de la gente a información que puede salvar vidas, mientras que solamente los ricos podrían permitirse tener a fuentes de datos privadas".
We Don't Have Time predice muchos más planes de retroceso climático. Se espera que la división de Ciencias de la Tierra de la NASA sea desfinanciada o restringida, lo que llevaría a una mayor censura de los datos climáticos.
También se teme que se promulguen nuevas leyes para criminalizarlas protestas contra los proyectos de combustibles fósiles, lo que obstaculizaría gravemente el activismo climático.