Tuvalu y otras naciones insulares del Pacífico, amenazadas por la crecida del mar causada por el cambio climático, pretenden que el fallo del tribunal persiga a los Estados que cometan ecocidios.
Hoy concluye en La Haya un caso jurídico trascendental para establecer las responsabilidades climáticas de los países por la emergencia climática tras dos semanas de audiencias.
Los jueces de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) han escuchado a más de 100 países y organizaciones entre el 2 y el 13 de diciembre, lo que lo convierte en el caso judicial climático más global e importante hasta la fecha.
En el centro se encuentra un grupo de países vulnerables que pretenden establecer una serie de obligaciones jurídicas internacionales para combatir la emergencia climática. Una pequeña nación insular del Pacífico, Vanuatu, ha liderado los esfuerzos para asegurar una opinión favorable de la CIJ, que se espera se emita el año próximo.
“Las dos semanas de audiencias en la Corte Internacional de Justicia han puesto de relieve un caso jurídico convincente, liderado por el Sur Global”, dice Arnold Kiel Loughman, Fiscal General del estado insular del Pacífico. “Hemos argumentado, mediante una declaración tras otra, que las leyes ambientales internacionales y los derechos humanos fundamentales son obligaciones jurídicas internacionales aplicables que no deben excluirse de las responsabilidades de los Estados en el contexto del cambio climático”.
El caso ha proporcionado una visión extraordinaria de las preocupaciones, quejas y posiciones políticas climáticas de todo el mundo.
¿Qué han argumentado los países vulnerables al clima en la CIJ?
Hay dos preguntas fundamentales a las que se enfrentan los 15 jueces sobre las obligaciones de un estado en el Derecho Internacional. La primera: ¿Cuál es su nivel de responsabilidad para proteger el clima? Y la segunda: ¿Cuáles son las consecuencias legales cuando causen un daño significativo a través de sus acciones o inacciones?
"Como señalaron algunos Estados en los procedimientos, los contaminadores históricos continúan escondiéndose detrás de la seguridad del régimen climático (CMNUCC y el Acuerdo de París), que limita la responsabilidad del Estado a obligaciones que evitan cualquier rendición de cuentas real", agrega Loughman.
Los países del Sur Global han argumentado que no hay razón para que otras leyes ambientales y de derechos humanos -como el deber de prevenir daños a otro Estado- deban pasarse por alto en el contexto de la crisis climática.
Un hilo conductor en las declaraciones, señala Loughman, es la importancia en el Derecho a la libre determinación y cómo el cambio climático está socavando los esfuerzos por hacerlo valer.
Al tomar la palabra durante su audiencia en el 12 de diciembre, Tuvalu explicó que es el primer país que se espera que desaparezca por completo debido al aumento del nivel del mar relacionado con el cambio climático.
"Tuvalu no se hundirá pacíficamente", declaró la portavoz de la nación insular, argumentando que esta amenaza existencial debe influir en la Corte en su sentencia sobre las obligaciones climáticas de los Estados. Señaló que aún no existe un sistema legal bien desarrollado para respaldar este derecho, y pidió a la CIJ que trabaje en esto.
"Los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) no podrán mantenerse a flote sin el apoyo técnico y financiero necesario para adaptarse [a la emergencia climática]", añadió la portavoz tuvalense.
Zambia, que también habló el penúltimo día, afirmó que la crisis de la deuda que ahoga a varios países del sur global no les permite adaptarse al cambio climático. "Es como una serpiente pitón que nos envuelve y no nos deja tiempo para invertir en adaptación, mitigación o para abordar las pérdidas y los daños”.
El Procurador General de Zambia rompió a llorar al presentar una imagen de las Cataratas Victoria secas, lo que ilustra lo esencial que es el caso para el país asolado por sequías repetidas. “Este caso histórico ha demostrado una determinación compartida de los representantes de África, Asia, América Latina, el Caribe, los Estados insulares del Pacífico e incluso algunos Estados europeos de defender y aplicar el imperio del Derecho Internacional en el contexto del cambio climático”, dijo la portavoz de Vanuatu.
¿Qué han dicho los países europeos en la CIJ?
Los países del Sur Global tuvieron algunos aliados quizás inesperados en Europa en el frente de la autodeterminación, entre ellos Letonia y Liechtenstein.
“Para nosotros, los pequeños Estados, nuestros derechos soberanos son el único escudo contra nuestros vecinos depredadores”, dijo un observador al servicio de información Earth Negotiations Bulletin (ENB), señalando cómo el cambio climático amenaza con deshacer los logros históricos obtenidos mediante luchas antiimperialistas.
Francia, Portugal y España parecieron estar del lado más progresista de los países desarrollados con sus declaraciones reconociendo, al menos parcialmente, el papel del litigio en la obtención de la justicia climática.
“Francia está convencida de que estos procedimientos consultivos brindan una oportunidad única para que el tribunal contribuya a identificar y aclarar el derecho internacional en relación con la lucha contra el cambio climático”, dijo Diego Colas, el representante del país, al tribunal la semana pasada. “Al igual que muchos otros países, Francia tiene grandes expectativas en estos procedimientos y en la opinión que ustedes emitirán”.
España afirmó que no hay un régimen jurídico único que sea suficiente para abordar el cambio climático. Citó la sentencia Klimaseniorinnen del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que reconoce que el cambio climático es una preocupación común de la humanidad y confirma que los gobiernos tienen obligaciones en materia de derechos humanos en respuesta a ello.
Por otro lado, el Reino Unido y Alemania fueron criticados por no adoptar medidas más ambiciosas. El Reino Unido afirmó que la forma más eficaz de abordar el cambio climáticoes a través del Acuerdo de París y otros tratados. También rechazó las posibles consecuencias jurídicas de los Estados, afirmando que el Acuerdo de París ya prevé esto.
Esta posición aboga por "un mundo en el que la responsabilidad climática se elimine de manera efectiva", comenta Sébastien Duyck, abogado principal del Centro de Derecho Ambiental Internacional (CIEL). "Al exigir esto, el Reino Unido ha destruido cualquier atisbo de liderazgo climático".
¿Cuál será el fallo de la Corte Internacional de Justicia?
La CIJ se está tomando un tiempo para considerar todas las presentaciones presentadas durante las últimas dos semanas. El tribunal emitirá una opinión consultiva en 2025.
Si bien esta opinión no será jurídicamente vinculante (y, por lo tanto, no puede obligar a las naciones a actuar), tendrá implicaciones tanto legales, en el plano del Derecho Internacional, como políticas, con las naciones demandantes ganando o perdiendo influencia y bibliografía jurídica que les respalde.
También es probable que influya en las demandas por cambio climático en tribunales de todo el mundo, incluidas aquellas en las que los pequeños Estados insulares en desarrollo buscan una compensación de las naciones desarrolladas por daños climáticos históricos.
David Boyd, ex Relator Especial de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente, expresó su "esperanza de que los jueces examinen estos testimonios de primera mano de personas en las primeras líneas de la crisis climática y se den cuenta de cómo de pesada es la responsabilidad del tribunal de aclarar las obligaciones de los Estados de actuar con mucha mayor urgencia y mucha mayor ambición".
"Todos esperamos con ansias la próxima Opinión Consultiva de la CIJ y su potencial para inspirar la acción global", afirmó Loughman. "En Vanuatu necesitamos que nuestros barcos sean sacados a flote rápidamente, antes de que el aumento del nivel del mar inunde permanentemente nuestras costas”.