En las aguas del noroeste de Europa, la población de merluza se ha recuperado de forma impresionante en las dos últimas décadas. Pero, ¿a qué se debe esta notable recuperación? ¿cómo consiguió Europa cambiar el rumbo de esta especie crucial?
Hace veinticinco años, la merluza - una especie pesquera comercial vital en el Atlántico europeo - se enfrentaba a una grave amenaza de extinción. Hoy, su recuperación es notable gracias a la decisiva actuación de Europa.
A principios de la década de los 2000, una serie de medidas de emergencia y una estrategia de recuperación a largo plazo multiplicaron por diez las poblaciones de merluza, asegurando su futuro para la pesca sostenible. Pero, ¿cómo consiguió Europa cambiar el rumbo de esta especie crucial?
En una entrevista concedida a 'Ocean', Javier López, director de la campaña de Oceana para la pesca sostenible, describe las medidas acertadas que revivieron la población de merluza:
"En el caso específico de la merluza norte, lo que pasó es que tanto la Comisión como los Estados supieron reaccionar más o menos a tiempo, todavía había posibilidades de recuperarla. En este caso lo que se adoptaron fueron medidas de emergencia en el año 2001 mientras se adoptaba un plan de gestión, de recuperación que se adoptó en 2004."
"Este plan incluía, entre otras cosas, medidas técnicas como incrementos en la luz de malla, que son lo que es la luz, el agujero de las redes de pesca para reducir la mortalidad de juveniles de los individuos más pequeños", dice.
"También incluía reducciones en los límites de captura, una medida muy importante para reducir esta mortalidad por pesca. Y otra de las medidas, por ejemplo, era el cierre o restricciones de pesca en ciertas áreas que son esenciales para peces. Me refiero a áreas donde los peces se reproducen o donde los pequeños crían y engordan."
"Y por último, que no es tampoco a menospreciar, sería el tema de las condiciones ambientales. Es decir, que también hubo cierta suerte, si se puede decir de esta manera, ya que las condiciones oceanográficas en la mar eran propicias para favorecer el reclutamiento de la población, que los nuevos individuos jóvenes pasarán a formar parte de lo que es la biomasa o el total de abundancia de individuos en el mar", añade.
"Estas tres medidas - como decíamos, tanto las medidas técnicas como las medidas de control, como en este caso las condiciones oceanográficas - fueron las que desencadenaron realmente una recuperación de la biomasa y la abundancia de la merluza norte en el Atlántico", concluye.