Un estudio publicado recientemente arroja luz sobre la lógica que se esconde tras la tramposa política de puertas de los clubes berlineses, especialmente la de Berghain. Esto es lo que debe saber.
Si alguna vez ha estado en Berlín, es probable que haya sentido la tentación de visitar uno de los clubes más famosos del mundo: Berghain, el templo europeo del techno. Sin embargo, a pesar de su reputación hedonista, hay una verdad universalmente reconocida sobre el legendario club: la entrada no está garantizada. Ni mucho menos.
De hecho, uno no ha vivido la experiencia Berghain si no ha hecho cola durante horas y ha sido rechazado por Sven Marquardt, un portero/fotógrafo tatuado y con piercings. Es un rito de iniciación, como ser rechazado en la discoteca del colegio o ser sorprendido por tu pareja en la ducha pronunciando un emotivo discurso de los Oscar con el bote de champú. Todo el mundo pasa por ello en algún momento.
De hecho, los porteros de discoteca son impredecibles y Berghain es conocido por tener una de las políticas de puertas más duras de Berlín. Esto lleva a muchos turistas a preguntarse: ¿Cuál es el código para entrar? Hay algunos trucos. Para empezar, vaya pronto. No vaya en grupos grandes. No se emborrache ni se alborote en la cola. Una vez dentro, la diversión está asegurada, pero en la cola, el silencio es oro.
Pero todos estos consejos no tienen ninguna ciencia. Los porteros quisquillosos pueden rechazarte por capricho. No hay criterios fijos, sólo un misterio que alimenta las leyendas urbanas sobre las desconcertantes normas de entrada, lo que realza aún más el estatus de la identidad cultural de Berlín.
Sin embargo, se ha publicado un nuevo estudio que pretende arrojar algo de luz sobre la lógica que subyace a lo que parecen ser políticas de puertas aleatorias de Berghain y Tresor, otra legendaria discoteca techno. El informe conjunto de universidades alemanas, británicas y suecas, publicado en la revista 'Journal of Marketing', ha analizado qué criterios utilizan los porteros berlineses para decidir quién entra y quién no.
Las conclusiones se basan, en gran parte, en 38 entrevistas en profundidad realizadas entre 2018 y 2022 a porteros de discoteca berlineses, propietarios de clubes, DJ, personal de seguridad y 'clubbers'. "Los selectores están evaluando hasta qué punto las personas 'encajan' pero, paradójicamente, también si 'destacan'", dijo Tim Hill, profesor titular de marketing en la escuela de istración de la Universidad de Bath.
Los códigos de vestimenta muy estilizados, el conocimiento de los matices de la cultura de los clubes tecno berlineses, la capacidad para entablar conversación con los demás en la cola y una "energía" y un "carisma" evidentes son "fundamentales". Así que tiene que encajar y destacar. Perfecto.
Hill también subraya que el aspecto del público en una noche cualquiera desempeña un papel importante. "Los marcadores de identidad infrarrepresentados, raza, edad, sexualidad, identidades de género, son todos valorados en la medida en que ayudan a construir una multitud 'cosmopolita' y 'diversa'".
Como ya se ha dicho, el consumo excesivo de alcohol y el comportamiento grosero hacen que le echen enseguida, y el estudio lo confirma. Pero dejando a un lado estas evidencias, en realidad se trata de una cuestión de suerte, ya que la "mistificación del proceso de selección para mantener la exclusividad" es deliberada. Más que eso, mejora la reputación de los clubes, según los investigadores.
El profesor Michael Kleinaltenkamp, de la Universidad Libre de Berlín, afirmó que "la cuidadosa y sostenida preservación del ambiente de los clubes ha contribuido a su inclusión en la lista del patrimonio cultural de la UNESCO". Añadió que el ambiente de los clubes berlineses aporta 1.480 millones de euros al turismo en general, por lo que no es algo que deba tomarse a la ligera.
Pues ahí lo tienen. Selección aleatoria de un público diverso pero complementario en la noche que contribuye a mistificar un proceso que refuerza la exclusividad. Teniendo en cuenta que eso no acerca a nadie, haznos caso:
- Debe vestirse con ropa oscura: mejor de negro
- No juegue con su teléfono ni se haga un selfie: Berghain tiene una estricta política de no hacer fotos ni grabaciones que se toman MUY en serio.
- Debe saber comportarse en la cola
- Se recomienda tener paciencia y parecer aburrido (en lugar de saltar de emoción)
Y por último, pero no menos importante: Cuando se dirija al portero -el temido Sven u otro- ten preparadas unas cuantas frases en alemán para aumentar sus posibilidades.
Como los porteros están acostumbrados a turistas excesivamente ruidosos que creen que gritando inglés a cámara lenta se les va a entender, algunas frases memorizadas causarán buena impresión. Casi siempre le harán dos preguntas al llegar a la puerta: "¿Cuántos son en su grupo?" ("Wie viele sind in deiner Gruppe?") y "¿A quién viene a ver?" ("Wen willst du hier sehen?"). Por tanto, aprende los números básicos y conoce a los grupos de música. Esto es crucial.
Y si todo lo demás falla: "Tut mir leid, mein Deutsch ist (sehr) schlecht / nicht so gut. Kannst du Englisch?" (Discúlpeme, mi alemán no es muy bueno, ¿habla inglés?). Recuerda: están intentando crear un espacio seguro para que la gente se divierta, así que compórtese como alguien cuya idea de pasarlo bien.