Empresas europeas como Spotify, Smurfit Kappa y Flutter Entertainment han abandonado el continente para cotizar en EE.UU. en los últimos años, y Klarna ha revelado sus planes de hacer lo mismo próximamente.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, ha advertido de que Europa necesita centrarse más en sus mercados de capitales para retener a las empresas tecnológicas que salen a cotizar en las bolsas estadounidenses, según el 'Financial Times'.
Recientemente, Suecia se ha quedado fuera de las ofertas públicas iniciales (OPI) lanzadas por varias empresas tecnológicas nacionales, como el gigante de la tecnología financiera Klarna y la empresa de música en streaming Spotify. Mientras que Spotify cotizó en la Bolsa de Nueva York en 2018, Klarna también ha compartido sus planes de hacer lo mismo, habiendo presentado ya su solicitud para salir a bolsa.
Según los informes, otra startup sueca, una empresa de camiones sin conductor llamada Einride, está considerando salir a bolsa en Estados Unidos, en lugar de hacerlo también en Suecia o Europa. Aunque el país nórdico sigue atrayendo más OPI que otros países europeos como Francia y España, esta tendencia de las empresas nacionales a cotizar en EE.UU. podría afectar a su mercado de capitales a largo plazo.
Flutter Entertainment, Smurfit Kappa y CRH son otras grandes empresas europeas que han abandonado el continente para cotizar en EE.UU. en los últimos años, y se dice que eToro, EG Group y Nouryon también están considerando seguir su ejemplo.
¿Por qué las empresas europeas optan por EE.UU.?
Una de las principales razones de esta tendencia, especialmente cuando se trata de empresas tecnológicas, es la amplia gama de inversores disponibles en EE.UU., así como una mayor reserva de capital. Las valoraciones potencialmente más altas y una normativa más favorable también han propiciado este movimiento, junto con el fuerte apoyo del mercado estadounidense a la innovación tecnológica. Otro factor es el mayor a los mejores talentos en Estados Unidos, en comparación con Europa.
Por otro lado, las empresas tecnológicas europeas se enfrentan a una abundante burocracia, especialmente en lo que respecta a la reestructuración, así como a elevados costes de despido y largos retrasos. Las estrictas normas sobre gobernanza de datos, competencia, ciberresiliencia e inteligencia artificial, así como el solapamiento de normativas, complican aún más el panorama tecnológico europeo.
Esto ha llevado a las empresas tecnológicas europeas a ser, en general, menos competitivas que las grandes empresas tecnológicas estadounidenses, como los Siete Magníficos, aunque la UE ha mejorado recientemente su financiación inicial para las nuevas empresas tecnológicas. Kristersson añadió que la UE debe centrarse más en su plan de unión de los mercados de capitales, cuyo objetivo es crear un mercado único de financiación en todo el bloque.
¿Frenará esta tendencia la escalada de la guerra comercial con EE.UU.?
Las crecientes amenazas arancelarias del presidente estadounidense Donald Trump contra la UE podrían disuadir a algunas empresas europeas de cotizar en bolsa o expandirse en Estados Unidos en los próximos meses. Las empresas ya afectadas por los aranceles estadounidenses a las importaciones de automóviles, aluminio y acero, podrían verse obligadas a retrasar sus salidas a bolsa o a reconsiderar también sus estrategias actuales para hacer frente al aumento de los costes.
A principios de este mes, una coalición de empresas tecnológicas pidió a la UE que tomara medidas decisivas para reducir su dependencia de infraestructuras y servicios tecnológicos extranjeros, según TechCrunch. Así lo comunicaron en una carta abierta a la responsable digital de la UE, Henna Virkkunen, así como a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Entre los más de 80 firmantes figuran también varias start-ups y asociaciones empresariales regionales.
Según la coalición, la UE debería centrarse más en impulsar los productos nacionales con mayor potencial de beneficio, desde plataformas, aplicaciones, modelos de inteligencia artificial, chips y soluciones de conectividad, entre otros. En su opinión, esto contribuiría en gran medida a mejorar la resistencia y las perspectivas económicas de la UE.