Las crecientes tensiones entre actores clave como EE.UU., la UE y China han provocado recientemente un aumento de la preocupación por una guerra comercial mundial. Kevin O'Marah, de la plataforma de investigación comunitaria Zero100, habla sobre los problemas más acuciantes del comercio en Davos.
Las tensiones geopolíticas han aumentado en el último año, impulsadas por los conflictos en curso en Oriente Próximo, así como por una serie de importantes elecciones en EE.UU., Alemania o India.
La amenaza de una posible guerra arancelaria mundial se ha agravado en los últimos meses, después de que la UE impusiera mayores tasas a las importaciones chinas de vehículos eléctricos (VE) por la creciente preocupación de que el Gobierno chino subvencione a sus fabricantes nacionales.
A su vez, China ha tomado represalias con una investigación 'antidumping' sobre las importaciones de brandy de la UE, al tiempo que sondea las importaciones de carne de cerdo y productos lácteos del bloque.
Las tensiones arancelarias entre la UE y Estados Unidos también se han recrudecido, y se espera que sigan haciéndolo con la llegada al poder del nuevo presidente estadounidense. Trump ya ha expresado su descontento por los aranceles de la UE sobre alimentos, coches y productos agrícolas importados por Estados Unidos. También ha amenazado con imponer un arancel general de entre el 10% y el 20% a todas las importaciones procedentes de la UE cuando asuma el cargo.
Del mismo modo, las relaciones comerciales entre EE.UU. y China también se tambalean, principalmente debido a antiguos desacuerdos sobre prácticas comerciales desleales, así como sobre el robo de propiedad intelectual.
Kevin O'Marah, director de investigación y cofundador de Zero100, una plataforma de investigación comunitaria que trabaja en favor de conseguir tasas de emisión de carbono neutras, arroja más luz sobre cómo es probable que las cadenas de suministro se vean afectadas por estas condiciones comerciales cambiantes y cómo se están adaptando en consecuencia. O'Marah hablará sobre los problemas más acuciantes del comercio mundial en el Foro Económico Mundial (FEM) de Davos (Suiza) este año.
¿Cómo podría afectar a las cadenas de suministro una escalada de la guerra arancelaria mundial?
Una escalada de la guerra comercial mundial podría causar varios atascos en las cadenas de suministro, similares a la pandemia, lo que podría complicarlas y hacerlas más lentas. El coste de importar, exportar y transportar mercancías por todo el mundo podría encarecerse mucho más para los consumidores.
Los fabricantes podrían verse obligados a buscar nuevos proveedores y clientes, así como verse limitados a comerciar únicamente dentro de determinados bloques geopolíticos, dependiendo de hasta dónde lleguen los aranceles.
En cuanto a cómo podría afectar el recrudecimiento de la guerra arancelaria mundial a determinadas cadenas de suministro e industrias en mercados como EE.UU., Reino Unido, Europa y Asia, O'Marah afirma: "Es probable que una escalada de la guerra comercial entre EE.UU. y China aísle partes críticas de ciertas cadenas de suministro estratégicas, como los vehículos eléctricos, la energía solar y los semiconductores. Esto debería aumentar los costes para todos los países, ya que las empresas de estas cadenas de valor necesitan invertir a nivel nacional para mantener un suministro fiable".
O'Marah añade: "La situación empeorará si se intensifican las represalias arancelarias y otras medidas industriales. Sin embargo, los actores aislados, como quizás Reino Unido, podrían beneficiarse paradójicamente, ya que el exceso de capacidad en ciertos lugares, sobre todo China, podría conducir a un exceso de oferta de ciertos materiales como el níquel o componentes como los semiconductores. Los proveedores con exceso de capacidad, como los fabricantes con sede en China, podrían tener que vender sus productos a terceros países a precios bajos. Esto podría ayudar a algunas industrias que utilizan estos materiales y componentes, pero perjudicar a los proveedores de esos mismos materiales".
El experto advierte que no todo es negativo: "Los aranceles de Trump podrían ser una bendición enmascarada si animan a los líderes de la cadena de suministro de todo el mundo a localizar o al menos regionalizar sus cadenas de suministro. El beneficio de este cambio es proporcionar cadenas de suministro más resistentes pero también con menor huella de carbono en todo el mundo, en lugar de abastecerse globalmente como ha sido la norma durante 30 años de globalización liderada por Estados Unidos y China".
¿Cómo se están preparando las empresas para gestionar las cadenas de suministro?
Varias empresas han estado preparando a sus equipos para manejar mejor los problemas de la cadena de suministro invirtiendo en formación, mejorando las comunicaciones con proveedores y clientes y reevaluando sus diseños actuales de la cadena de suministro. Las herramientas de análisis predictivo de la cadena de suministro también han ayudado en este sentido.
En cuanto a la forma en que las empresas están creando equipos más resistentes para afrontar mejor la política de las cadenas de suministro, O'Marah afirma: "La mayoría de las empresas han desarrollado una capacidad mucho más rápida para elaborar modelos hipotéticos de lo que podría ocurrir en caso de una tarifa específica. Sus herramientas de planificación de la cadena de suministro y sus equipos de resolución rápida de problemas han evolucionado bastante tras la crisis de la COVID-19".
La lucha comercial contra China podría haber preparado preventivamente al comercio mundial ante este nuevo escenario, advierte el experto: "La diversificación de las fuentes de aprovisionamiento lejos de China, en particular, ha estado en marcha desde hace años, por lo que, francamente, la mayoría de las empresas globales están en realidad bastante preparadas para hacer frente a un entorno arancelario volátil".
¿Cómo están transformando la inteligencia artificial (IA) y la robótica las cadenas de suministro?
La inteligencia artificial y la robótica han recorrido un largo camino para ayudar a las cadenas de suministro a mejorar su eficiencia operativa y reducir la carga de trabajo físico. Estas pueden ayudar a predecir la demanda en tiempo real y garantizar que las empresas gestionen mejor sus inventarios.
Refiriéndose a cómo la IA y la robótica están transformando las cadenas de suministro, O'Marah señala: "Las cadenas de suministro 100% digitales permitirían a las empresas ser mucho más receptivas y ágiles a la hora de gestionar los aranceles, lo que aumentaría su eficacia y posiblemente conduciría a un uso más generalizado de las restricciones comerciales, la política industrial y otras formas de aranceles".
El economista concluye: "Los líderes de la cadena de suministro se centran en cómo la IA está pasando del piloto y la experimentación a la implementación a escala. La gran rentabilidad se basa en mejorar radicalmente la productividad para hacer frente a la escasez de mano de obra y al aumento de los costes".