Bergoglio fue el primer pontífice no europeo desde Gregorio III, de origen sirio, en 741.
La figura del Papa Francisco, el primer hispanoamericano elegido para el papado, tuvo una especial importancia en América Latina. Para millones de argentinos que comparten nacionalidad con Bergoglio, el difunto Papa fue, simultáneamente, una figura controvertida y un guía espiritual. Su extraordinaria vida refleja la tumultuosa historia de su nación.
La noticia de su muerte ha desencadenado una oleada de dolor, mientras fieles de toda Argentina y del continente se reúnen para conmemorar su vida con misas especiales. En el empobrecido Barrio 21 de Buenos Aires, el legado del Papa es profundamente personal. La colonia alberga la parroquia de la Virgen de Caacupé, donde el pontífice comenzó su misión pastoral cuando aún era conocido como Jorge Mario Bergoglio.
Allí, Francisco se dedicó a servir a las comunidades más vulnerables de la capital, sentando las bases de su legado de humildad, inclusión y servicio. Muchos feligreses se reunieron en la parroquia de sus inicios para recordarle no solo como un líder espiritual global, sino como un mentor del pueblo cuya compasión y fe tocaron innumerables vidas. "Fue un líder muy positivo para nosotros: nos dejó un faro, una luz para guiar nuestro camino", dijo Matías Gutiérrez, un 'boy scout' de la parroquia. La misa estuvo repleta de música, oraciones y emoción, y la comunidad se unió para celebrar la memoria de un líder espiritual al que consideran orgullosamente suyo.
También hubo conmemoraciones en otros lugares del continente latinoamericano. En Brasil, miles de fieles católicos se reunieron en el santuario de Nuestra Señora de Aparecida para asistir a una misa solemne en honor del difunto Papa. Situado en la ciudad de Aparecida, el santuario es el mayor templo católico de América Latina y un poderoso símbolo de la fe en Brasil, el país católico más poblado del mundo. El Papa Francisco visitó el lugar en 2013, celebrando misa allí durante su primer viaje internacional como pontífice; un acto que subrayó tanto su profunda devoción a Nuestra Señora de Aparecida como su duradera conexión con el pueblo brasileño.
Mientras tanto, la Nunciatura Apostólica, la embajada del Vaticano en Perú, bajó su bandera a media asta como símbolo de respeto. En la Iglesia de las Nazarenas, en el centro de Lima, se celebró una misa en señal de duelo por el fallecimiento del Papa.
Un servicio religioso similar se celebró el lunes en la catedral de Caracas donde su arzobispo, Raúl Biord, expresó una mezcla de tristeza por la muerte del Papa, pero también de alegría por haberse producido justo después de Pascua. "No hay fecha más hermosa para morir que en la Pascua", señaló.
En Colombia, los fieles se reunieron para la misa en Bogotá. Y en La Habana, las campanas de la catedral repicaron el lunes por la mañana para anunciar el fallecimiento del Papa. Se celebró una misa en la iglesia de Nuestra Señora de la Caridad de El Cobre.