La decisión de interrumpir todas las operaciones y programas en el norte de Saada se produjo después de que ocho del personal de la ONU fueran detenidos por los rebeldes hutíes, apoyados por Irán.
La ONU ha suspendido sus operaciones de ayuda en la región yemení de Saada después de que ocho más de su personal fueran detenidos por los rebeldes hutíes. En un comunicado, la ONU dijo el lunes que la decisión "extraordinaria" de pausar todas las operaciones y programas en la provincia septentrional de Saada, bastión de los hutíes en el país devastado por la guerra, se debía a la falta de las condiciones y garantías de seguridad necesarias.
En los últimos meses, los rebeldes han detenido a decenas de del personal de la ONU, así como a personas relacionadas con grupos de ayuda y con la antaño abierta embajada de Estados Unidos en Saná, la capital de Yemen. Antes de las últimas detenciones, que se produjeron a finales del mes pasado, los hutíes, alineados con Irán, tenían detenidos al menos a 24 trabajadores de la ONU. Ninguno de ellos ha sido liberado hasta la fecha.
"Esta pausa es para dar tiempo a las autoridades de facto y a las Naciones Unidas para organizar la liberación del personal de la ONU detenido arbitrariamente y garantizar que se dan las condiciones necesarias para prestar un apoyo humanitario crítico", dijo el portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq. Yemen sufre una de las peores crisis humanitarias del mundo, con al menos 19 millones de personas necesitadas de asistencia y protección, según la ONU.
Haq no pudo precisar cuántas personas se verán afectadas por la pausa en las operaciones de la ONU. Siete agencias de la ONU operan en Saada, entre ellas el Programa Mundial de Alimentos, la Organización Mundial de la Salud y UNICEF, junto con varias organizaciones internacionales de ayuda. Los hutíes no han comentado la decisión de la ONU. Los rebeldes han mostrado anteriormente en canales de televisión a del personal de la ONU detenidos y se han referido a ellos como colaboradores de Israel y de los servicios de inteligencia occidentales.
A finales del mes pasado, la ONU suspendió todos los viajes a las zonas controladas por los hutíes después de que varios de sus funcionarios fueran detenidos por los rebeldes. La guerra en Yemen ha matado a más de 150.000 personas, entre combatientes y civiles. Los hutíes, apoyados por Irán, han estado luchando contra el gobierno de Yemen reconocido mundialmente, que cuenta con el apoyo de una coalición liderada por Arabia Saudí, desde 2014, cuando descendieron de su bastión en Saada y tomaron el control de Saná y la mayor parte del norte.
En enero, los hutíes liberaron unilateralmente a 153 detenidos como una de las varias propuestas para aliviar las tensiones tras el alto el fuego en la guerra entre Israel y Hamás en Gaza. Estas liberaciones de prisioneros se han considerado un medio para impulsar las conversaciones sobre el fin definitivo de la guerra en Yemen.