El ataque alcanzó la planta superior del hospital el domingo, causando la muerte de al menos siete personas e hiriendo a varias más, según fuentes de la Defensa Civil Palestina.
PUBLICIDADEl Ejército israelí afirmó que había atacado un "centro de control de Hamás" en el interior del edificio que, sostiene, ya no servía como hospital.
También el domingo, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) difundieron imágenes que afirmaban mostrar la "evacuación" de civiles palestinos de uno de los últimos hospitales en funcionamiento del norte de Gaza, que habían asaltado a principios de esta semana.
El director del hospital Kamal Adwan y decenas de del personal fueron detenidos en una redada, según el Ministerio de Sanidad de Gaza. Funcionarios del organismo señalan que las tropas israelíes irrumpieron en el hospital, obligaron a muchos empleados y pacientes a salir al exterior y les ordenaron que se desnudaran, en pleno invierno.
El Ejército israelí indicó que más de 240 personas fueron detenidas, en total.
Sin aportar pruebas, las FDI calificaron al director del hospital de presunto operativo de Hamás. Así, dijeron que habían rodeado el hospital y que fuerzas especiales habían entrado y encontrado armas en la zona. Las autoridades palestinas han negado que las instalaciones sean utilizadas por militantes.
El hospital ha sido atacado varias veces en los últimos tres meses por las tropas israelíes, que llevan a cabo una ofensiva en el norte de Gaza, una zona en gran parte aislada, contra combatientes de Hamás que, según afirman, se han reagrupado.
Muere un cuarto bebé a causa del frío en Gaza
Un cuarto bebé ha muerto de hipotermia en la Franja de Gaza, donde cientos de miles de palestinos desplazados tras casi 15 meses de guerra se apiñan en tiendas de campaña a lo largo de una zona de costa azotada por la lluvia y el viento con la llegada del invierno.
Jomaa al Batran, de apenas 20 días de edad, fue encontrado con la cabeza "fría como el hielo" cuando sus progenitores se despertaron el domingo, dijo su padre, Yehia. El hermano gemelo del bebé, Ali, fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos del Hospital Mártires de Al Aqsa.
Su padre explicó que los gemelos nacieron un mes antes de tiempo y que solamente pasaron un día en la sala de neonatos del hospital, que, al igual que otros centros sanitarios de Gaza, se ha visto desbordado y solamente funciona parcialmente.
Así, señaló que los médicos les dijeron que mantuvieran calientes a los recién nacidos, pero que eso era imposible, porque viven en una tienda de campaña y las temperaturas descienden regularmente por debajo de los 10 grados centígrados por la noche.
"Somos ocho personas y solamente tenemos cuatro mantas", dijo Al Batran mientras acunaba el pálido cuerpo de su hijo y describía las gotas de rocío que se filtraban por la cubierta de la tienda durante la noche. "Mira su color, por el frío. ¿Ves lo congelado que está?".
Entretanto, algunos niños, varios de ellos descalzos, permanecían al aire libre contemplando su duelo. El bebé, amortajado, fue depositado a los pies de un imán. Tras la oración, el imán se quitó el abrigo, que le llegaba hasta los tobillos, y envolvió al padre con él.
"Abrígate, hermano mío", le dijo.
Al menos otros tres bebés han muerto de frío en las últimas semanas, según las autoridades sanitarias locales.
La guerra comenzó cuando militantes dirigidos por Hamás irrumpieron en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, matando a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestrando a otras 250, entre ellas mujeres, niños y ancianos. Alrededor de 100 rehenes permanecen aún en Gaza, y se cree que al menos un tercio de ellos ha muerto.
La posterior ofensiva israelíha causado la muerte de más de 45.000 palestinos y ha causado heridas a más de 100.000 personas, según las autoridades sanitarias locales.
Según sus informaciones, más de la mitad de los muertos son mujeres y niños, pero no distinguen entre militantes y civiles en su recuento.
Entretanto, Israel afirma que ha matado a más de 17.000 militantes de Hamás, sin aportar pruebas.
Los bombardeos y las operaciones terrestres de Israel han desplazado a cerca del 90% de los 2,3 millones de habitantes de la Franja de Gaza, a menudo en varias ocasiones.
Amplias zonas del territorio, incluidos barrios enteros, están en ruinas y se han destruido infraestructuras esenciales.